Tras realizarse estudios
luego de su construcción y posterior ocupación en determinadas edificaciones de
carácter verde en los Estados Unidos, se
han revelado resultados alarmantes,
donde la mayoría de estos llamados edificios verdes y sostenibles suelen ser aún
menos sostenibles que las edificaciones que no lo son.
Ahí es donde se
genera la cuestión y especial interés por el artículo; ¿cómo es posible que de la búsqueda de
sostenibilidad resulte totalmente lo opuesto?
Se debe a que muchos de los sistemas
e implementos que se añaden como “componentes verdes", pueden obtener un éxito parcial, pero al momento del uso se da la "ley de las consecuencias
imprevistas", lo ganado en un área se pierde en otros lugares, convirtiéndose
en una oposición completa a lo sostenible.
Un ejemplo perfecto lo representa la
adición de sistemas energéticos sostenibles y eco- amigables, ya que tienden a
reducir la cantidad de energía utilizada y por lo tanto reduce el costo. Pero a
su vez, este menor costo produce la inconsciencia de sus habitantes con el uso
de la energía, y es ahí donde resultan ser edificaciones con un rendimiento más
bajo al estipulado. Debemos evaluar lo que es realmente sostenible al construir.
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